Fragmento

Introducción La forma predominante como se practica, se enseña y se difunde la medicina, al sobreestimar sus logros y minimizar sus fracasos, propicia el surgimiento de una actitud autocomplaciente en quienes prestan los servicios médicos, y proyecta una imagen idealizada cuasiomnipotente a los usuarios de tales servicios. En mi intención de incursionar en la crítica del error médico, lo primero es aclarar que no me refiero a una forma de proceder conflictiva y descalificadora a ultranza, sino al medio insustituible para apreciar, por ejemplo, lo que hemos avanzado y lo que aún nos falta; si el camino seguido en nuestro derrotero es el más apropiado o es tiempo de enmendarlo; si la forma como llevamos a cabo nuestra experiencia es la más promisoria a nuestros intereses y aspiraciones o amerita un cambio cualitativo; si el estilo de relacionarnos con nuestro entorno significativo (familia, trabajo, escuela, etc.) es el más pertinente para nuestros deseos y propósitos o debemos esforzarnos por desarrollar otras modalidades de interacción.

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2003-02-06   |   3,498 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 50 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1998 Pags. 505-516. Rev Invest Clin 1998; 50(6)