Autores: Popa Rosales Julio César, Castillo Quesada Rosa María, Pérez Menzies Mirtha Gladys, Figueredo Sánchez Daisy, Montada Dorta Domingo
Introducción: Una medida para reducir la aparición de brotes epidémicos de dengue y mejorar la eficacia en función del costo de las campañas contra Aedes aegypti consiste en identificar los factores ambientales locales que facilitan la reinfestación. Objetivos: Determinar el nivel de emergencia de adultos Aedes aegypti partiendo de pupas depositadas fuera del medio acuático, así como precisar la eficacia de los rayos solares como método físico para la destrucción de los focos. Métodos: Se realizó un ensayo experimental de campo controlado, aleatorizado en dos ramas. El grupo experimental correspondió a las pupas extraídas del medio acuático colocadas en tierra. Las pupas que se mantuvieron en el agua integraron el grupo control, Y todas fueron seleccionadas según sus edades en horas. Por otra parte, se ensayó el efecto de los rayos solares como método físico para la destrucción de las pupas extraídas del agua. Resultados: La metamorfosis de pupas sobrevivientes fuera del agua se completó entre 48 y 72 horas, similar al comportamiento en el medio acuático. El nivel de emergencia de mosquitos adultos en el grupo experimental fue de 34,3 %. La reducción del riesgo relativo aportó que la extracción de pupas del agua hacia la tierra reduce el riesgo de generar nuevos mosquitos en solo 65 %, y queda el 35 % de probabilidad de generar nuevos focos. El riesgo relativo en el grupo expuesto a las radiaciones solares en relación con los no expuestos fue de cero. Conclusiones: Las pupas de Aedes aegypti extraídas de su medio acuático pueden permanecer con vida varias horas en tierra, completar su metamorfosis y emerger hasta mosquitos adultos. Se evidenció además que los rayos solares como método físico reducen a cero el nivel de emergencia del vector.
Palabras clave: Aedes aegypti control ciclo evolutivo.
2011-12-01 | 887 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 49 Núm.2. Mayo-Agosto 2011 Pags. 173-182 Rev Cubana Hig Epidemiol 2011; 49(2)