Autor: Barbón Pérez Olga Gloria
Objetivo: El propósito de este trabajo estuvo orientado a que la información obtenida incentivara la implementación de nuevos programas de educación en sexualidad para esta población, especialmente diseñados para la prevención del embarazo en la adolescencia. Métodos: Se realizó un estudio descriptivo y transversal para determinar las principales fuentes de información sobre educación sexual que tienen los adolescentes estudiantes de enfermería del nivel básico de la escuela hospital "Dr. Salvador Allende", en La Habana. Resultados: Las principales vías por las cuales los adolescentes consideraron que recibían información sobre educación sexual para prevenir el embarazo fueron, en primer lugar, los medios de comunicación masiva, que correspondió al 92% (604) de los encuestados. En segundo lugar los amigos, con el 70% (456) y en tercer lugar los profesores (63,2%). Los encuestados prefirieron recibir educación sexual preferentemente de la familia (93,75%); en segundo lugar de los amigos (69,82%) y en tercer lugar en la escuela (49,85). El 44% escogió a la comunidad de los clubes y, por último, la literatura impresa, la cual alcanzó el 37,% en la preferencia. Solo el 12% de los encuestados se comunicaba con los padres frecuentemente sobre los temas de sexualidad, el 57% lo hacía con poca frecuencia y el 30% nunca lo hacía. Discusión: Se profundiza en la información desagregada por sexo. Las fuentes de información que preferirían los adolescentes no se corresponden con las más accesibles para ellos. A pesar de considerar a la familia como fuente de preferencia, han recibido poca información de los padres. Los exponentes de atención primaria de salud no son percibidos como fuente de información. Conclusiones: Debe reforzarse el rol educativo y afectivo entre padres y adolescentes, lo que posibilitará una mejor comunicación entre ellos.
Palabras clave: Educación sexual prevención adolescentes fuentes de información.
2011-12-01 | 1,295 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 49 Núm.2. Mayo-Agosto 2011 Pags. 238-246 Rev Cubana Hig Epidemiol 2011; 49(2)