Autor: Barrero Cuellar Edgar
Hace poco leí un artículo sobre las investigaciones que se vienen haciendo desde la psicología para lograr enganchar a grandes grupos poblacionales a las lógicas del mercado y de la mercantilización de la vida cotidiana en América Latina. El artículo da cuenta de la firma transnacional “Focus”, la cual desarrolla grandes investigaciones para empresas como Microsoft, Hewlet Packard, Nestlé, Coca-Cola, entre otros. El fin en todos los casos es el mismo: aumentar los niveles de consumo y de adicción a la grande gama de productos generados por estas empresas transnacionales. A través de una especie de casco dotado de todo tipo de sensores se busca determinar, predecir y controlar las emociones y cogniciones generadas por una persona sometida a distintos estímulos externos relacionados con productos como Ipad, celulares, comestibles, gaseosas, etc. Mientras estas investigaciones se desarrollan financiadas por el capital privado para aumentar de forma exorbitante sus ganancias; en países como Colombia se incuba todo un movimiento ultraneoliberal que busca acabar con la educación pública y someterla a las lógicas de la privatización, mercantilización y prostitución exigidas por la banca internacional. En las dos situaciones se encuentra muy comprometida la psicología colocando su saber al servicio de procesos de manipulación y sincronización emocional para lograr adherencias desprovistas de crítica y con altos niveles de sentimentalización de la vida cotidiana. Valdría la pena pensar en otras formas de pensar, sentir y hacer psicología de cara a la defensa de los intereses de grandes grupos humanos sometidos a intentos de privatización de sus derechos fundamentales como es el caso de la educación, con el proyecto de Ley 30. Por lo menos deberíamos estar pensando en formas de resistencia desde la Psicología frente a las estrategias de guerra psicológica utilizadas para estos casos, tales como:
2012-01-13 | 1,406 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.2. Diciembre 2011 Pags. 9-17 Rev. Psicol. GEPU 2011; 2(2)