Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000 se diagnosticaron 200 000 casos de melanoma maligno y se produjeron 65 000 defunciones relacionadas con este tipo de cáncer. Aproximadamente, 18 millones de personas han quedado ciegas a causa de cataratas y 5% de la carga de morbilidad relacionada con ellas se puede atribuir a la exposición a las radiaciones ultravioleta (UV). La protección solar se recomienda cuando el índice de radiación ultravioleta es de 3 o mayor. Este tipo de radiaciones forma parte de los rayos solares y su intensidad se ve influida por muchos factores como la elevación del sol (cuanto más alto se encuentra dicho astro en el cielo, mayor es la intensidad de éstas); la latitud (cuanto más cerca se está del Ecuador, más intensas son); la cantidad de nubes (son más intensas cuando el cielo está despejado, pero pueden ser intensas aun cuando esté nublado); la altitud (su intensidad aumenta 5% por cada mil metros de altura); la capa de ozono (este gas absorbe una parte de las radiaciones ultravioleta del sol. A medida que esta capa se adelgaza, la cantidad de radiaciones ultravioleta que llegan a la superficie terrestre aumenta); la reflexión por el suelo (muchas superficies reflejan los rayos del sol y aumentan la exposición general a las radiaciones ultravioleta —por ej., el césped, la tierra y el agua reflejan menos de 10%: la nieve recién caída, hasta 80%; la arena seca de las playas, 15%; y la espuma del mar, 25%—).
2012-08-27 | 473 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.410. Enero 2012 Pags. 5-9 Prescripción Médica 2012; 35(410)