El aumento de las opciones terapéuticas para la insuficiencia cardíaca ha generado problemas prácticos. Al grupo de medicamentos principales -nhibidores de la ECA, diuréticos y digoxina- se ha incorporado el carvedilol y quizás otros betabloqueadores. ¿Cómo son integrados estos fármacos y otros más a un plan unificado de tratamiento? Cerca de 5 000 000 de estadounidenses padecen insuficiencia cardíaca y cada año se diagnostican 400 000 casos nuevos.1 La insuficiencia cardíaca es responsable también de 900 000 hospitalizaciones anuales. La incidencia aumenta de manera significativa con la edad. En las personas de 50-60 años, la incidencia es menor de 1%, y en los mayores de 80 años, es de 10%, de modo que se duplica aproximadamente por cada década de la vida.2 En los últimos años, los investigadores han aprendido más sobre la fisiopatología de esta enfermedad (véase "Fisiopatología de la insuficiencia cardíaca"). Estos avances han permitido analizar con más claridad la eficacia de diversos fármacos, nuevos y antiguos, para aliviar los síntomas y evitar la evolución de la enfermedad y la muerte. Las investigaciones sobre el comportamiento individual han descubierto también medidas sencillas que producen beneficios físicos y favorecen la sensación de bienestar del paciente.
Palabras clave: Terapéuticas insuficiencia diagnostican fisiopatología comportamiento individual.
2003-02-26 | 753 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 38 Núm.3. Julio-Septiembre 1999 Pags. 194-208. Rev Cubana Med 1999; 38(3)