Fragmento

Esta reflexión que comparto con ustedes, los lectores de la Revista, pretende animarlos a modificar los comportamientos, actitudes y, tal vez, temores que nos impiden escribir en el ámbito académico. La comunicación escrita es uno de los comportamientos que nos caracterizan a los seres humanos y nos diferencian de otras especies; si bien se han transformado un poco los medios y la forma, continuamos escribiendo y disfrutamos de leer un libro, una noticia o un poema, o al reproducir la letra de alguna canción. De hecho, el aumento de la población, el avance en los sistemas y la globalización han contribuido al aumento de la producción de los escritos en diferentes medios, no solo los impresos. Hoy me refiero a la comunicación científica escrita, que tiene como resultado la creación de un artículo en nuestra especialidad, que es el objetivo ideal de toda investigación o revisión científica. Año tras año somos testigos de las presentaciones científicas en el Congreso Nacional de Radiología. No obstante, un bajo porcentaje de dichos trabajos se convierte en una publicación escrita. La mayoría no son publicados nunca, ni en la Revista Colombiana de Radiología, ni en otros medios de divulgación científica nacionales o extranjeros. Este hecho no es ético, si se tiene en cuenta que todo el proceso para generar conocimiento en una investigación ha con-sumido recursos económicos para tal fin que provienen a menudo de las universidades o de entidades gubernamentales.

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2013-05-15   |   407 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.3. Septiembre 2012 Pags. 3519-3520 Rev Colom Radiol 2012; 23(3)